Domingo 02/09/2012
Pastor Rubén Reyes
1ro. Crónicas 16:10 LBLA Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.
Yo no sé si a ustedes les caía mal cuando sus papás les decían que fueran a la iglesia y es por ignorar las escrituras Dios no solo se busca en la iglesia aquí nos juntamos y compartimos como hermanos porque es bueno pero también sabemos que nuestro señor está en nuestro vehículo en nuestra casa y en nuestro trabajo, lo que quiero enseñarles es la importancia de buscar a Dios de manera genuina y para eso quiero iniciar con tres cosas buenas que no nos dejan tener una buena relación con el señor, pero quiero aclararles algo yo no soy religioso cuadrado a mí me gusta que usen sus talentos, tampoco me opongo al deporte, al nintendo o al wiii a lo que si me opongo es que eso le quite su lugar al señor y ese es el problema que tenemos.
El deseo de entretenernos:
la primera cosa que nos impide buscar a Dios de manera genuina es nuestro deseo de entretenernos, cuando nos levantamos tal vez lo primero que hacemos es encender el televisor o tal vez tenemos un aparato para jugar y podemos compartir con nuestra familia, son cosas buenas pero a veces se nos salen de control y perdemos el tiempo y le quitamos el tiempo que le corresponde al señor, el entretenernos en cosas no es malo pero si tenemos que tener mucho cuidado yo he oído testimonios de muchachos que han amanecido jugando play station, cuando eso se vuelve un vicio es el problema, y la Biblia es clara porque nos conviene estar buscando del señor, estar en la presencia de Dios y organizar nuestra vida.
El trabajo:
no es malo pero nos distrae, hay trabajos muy bien pagados pero la demanda del tiempo de la persona es mayor, yo recuerdo que cuando yo trabajaba el encargado me decía “usted es un empleado de confianza por eso disfruta de muchas cosas que otros no disfrutan, usted no tiene horario, y le puedo descontar sueldo” los trabajos de hoy exigen mucho, tengamos mucho cuidado porque agota, ocupa mucho de nuestro tiempo y gracias a Dios por el trabajo pero que no nos haga perder nuestro balance en nuestra vida y en nuestra relación con Dios, porque es un desgaste mental y físico y cuando ya nos toca ir a buscar a Dios ya no queremos, pero tenemos que ver de qué manera podemos trabajar, dormir, buscar al señor y no perder nuestras prioridades, porque el estrés el dormir mal y comer mal es el cáncer bien entacuchado, el balance es importante y debemos de cuidarlo para que también se alargue nuestra vida en la tierra, el señor quiere que trabajemos y que lo hagamos bien pero tengamos cuidado que por trabajar mucho no nos terminemos muriendo antes de tiempo y no hagamos lo que Dios nos ha mandado a hacer.
Las demandas de otras personas:
cuando usted no tiene claro que es lo que tiene que hacer en la vida o para que esta en esta tierra, usted le va a hacer caso a cualquiera que le diga lo que tiene que hacer, si nuestra familia y la iglesia demanda nuestro tiempo estamos bien, pero van a aparecer otras personas que nos van a querer meter a otras cosas que nos van a desgastar y no nos van a llevar hacia donde Dios quiere que vayamos, usted sea bendición para sus amistades hasta donde pueda pero si no van a aportar para las cosas que Dios quiere que usted haga tenga mucho cuidado porque es muy fácil perderse y entonces uno cae en una cuestión que se llama activismo.
Proverbios 8:17 LBLA Amo a los que me aman, y los que me buscan con diligencia me hallarán.
Proverbios 8:17 NVI A los que me aman, les correspondo; a los que me buscan, me doy a conocer.
Nosotros podemos decir que amamos a Dios pero muchas veces no sabemos buscarlo, yo no puedo decir que estoy buscando a Dios si no estoy apartando un tiempo para Él, si la Biblia dice que el señor nos corresponde si lo buscamos entonces lo que va a venir de regreso es un gran amor de parte de Él, un amor en el corazón que nadie más nos puede dar, va a llenar esos vacios, cosas sobre naturales que solo Él puede hacer pero lo primero que tengo que hacer es demostrarle que lo amo con mis pensamientos, actitudes, ¿Cuánto conoce usted a Dios? Esta semana no la empezamos muy bien con mi esposa, el lunes yo fui a traer a mi hija y cuando se bajo del bus la vi que iba mal y no comió y en la tarde fuimos al doctor y empezaron a hacer los exámenes pero lo que nos asustó es que el rango normal entre glóbulos es entre 5,000 y 10,000 y ella ya iba por 10,300 entonces la pediatra dijo “se tiene que quedar” en la noche le dije a mi esposa “voy a orar por ella” y puse mi mano derecha en su frente y empecé a hablar con Dios y le dije “señor nos hemos dedicado a servirte y tu palabra dice que tu nombre tiene poder y que tu llevaste toda enfermedad, no quiero ver a mi hija operada” no fue una oración de gritos y de lagrimas pero si con todo mi corazón, al día siguiente le hicieron exámenes de los glóbulos y amaneció con 5,000 y después dijo que tenía hambre ella ya estaba bien, créanme que estoy muy agradecido con Dios, no nos cansemos de buscar a Dios en las buenas y en las malas porque cuando llegue el momento duro vamos a estar preparados y vamos a tener de donde echar mano para enfrentar la situación, si algo tenemos que tener es fe y confianza en Dios de que Él va a resolver a su manera.
Jeremías 29:1 LBLA Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos del destierro, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había llevado al destierro de Jerusalén a Babilonia. (Esto sucedió después de salir de Jerusalén el rey Jeconías y la reina madre, los oficiales de la corte, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los artífices y los herreros.) La carta fue enviada por mano de Elasa, hijo de Safán, y de Gemarías, hijo de Hilcías, a quienes Sedequías, rey de Judá, envió a Babilonia, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los desterrados que envié al destierro de Jerusalén a Babilonia: “Edificad casas y habitadlas, plantad huertos y comed su fruto. “Tomad mujeres y engendrad hijos e hijas, tomad mujeres para vuestros hijos y dad vuestras hijas a maridos para que den a luz hijos e hijas, y multiplicaos allí y no disminuyáis. “Y buscad el bienestar de la ciudad adonde os he desterrado, y rogad al SEÑOR por ella; porque en su bienestar tendréis bienestar.” Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: “No os engañen vuestros profetas que están en medio de vosotros, ni vuestros adivinos, ni escuchéis los sueños que sueñan. “Porque os profetizan falsamente en mi nombre; no los he enviado”–declara el SEÑOR. Pues así dice el SEÑOR: “Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, yo os visitaré y cumpliré mi buena palabra de haceros volver a este lugar. “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros”–declara el SEÑOR–“planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. “Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. “Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón.
Por distintas decisiones que tomamos en la vida a veces nos metemos en problemas y allí es cuando lo buscamos pero al señor se le busca en todo tiempo y de todo corazón.
Jeremías 29:14 LBLA “Me dejaré hallar de vosotros”–declara el SEÑOR–“y restauraré vuestro bienestar y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os expulsé”–declara el SEÑOR–“y os traeré de nuevo al lugar de donde os envié al destierro.”
A mí me llamó la atención este verso porque está hablando del pueblo de Israel y le dice “los restauraré de la esclavitud” mucha gente quiere salir de problemas que los esclavizan hoy pero no buscan al señor de todo corazón, porque lo primero que tengo que hacer es buscarlo de todo corazón para que él me libere de esa situación pero humanamente lo que hacemos es empezar a echar mano de nuestra capacidad, intelecto, contactos, de familiares, y lo que menos hacemos es buscar al señor de todo corazón, si nosotros somos hijos de Dios él tiene nuestra vida en la palma de su mano tiene todo bajo control ¿Qué hacemos buscando la bendición? Cuando lo primero que tenemos que hacer es buscar su rostro, lo que nos urge es aprender a buscar a Dios apartar ese tiempo y sacar todo aquello que saca de balance nuestra vida, yo voy buscar a Dios porque es la solución a todo en vida ¿Cómo va arreglar los problemas? Usted esté atento, Dios le va a dar lo que quiere cuando usted esté maduro y haya visto su corazón y que lo ama más a él de lo que puede hacer en esta tierra.
1ra. Crónicas 26:1 NVI Todo el pueblo de Judá tomó entonces a Uzías, que tenía dieciséis años, y lo proclamó rey en lugar de su padre Amasías. Y fue Uzías quien, después de la muerte del rey Amasías, reconstruyó la ciudad de Elat y la reintegró a Judá. Uzías tenía dieciséis años cuando ascendió al trono, y reinó en Jerusalén cincuenta y dos años. Su madre era Jecolías, oriunda de Jerusalén. Uzías hizo lo que agrada al Señor, pues en todo siguió el buen ejemplo de su padre Amasías y, mientras vivió Zacarías, quien lo instruyó en el temor de Dios, se empeñó en buscar al Señor. Mientras Uzías buscó a Dios, Dios le dio prosperidad. Uzías marchó contra los filisteos, y destruyó los muros de Gat, Jabnia y Asdod. Además, construyó ciudades en la región de Asdod, entre los filisteos. Dios lo ayudó en su guerra contra los filisteos, contra los árabes que vivían en Gur Baal, y contra los meunitas.
Lo primero que tenemos que hacer como hijos de Dios es buscarlo, porque mientras el rey buscó al señor Él le dio prosperidad, pero nosotros lo primero que buscamos es la prosperidad, Dios prosperó al rey y lo ayudó a pelear.
1ra. Crónicas 26:8 NVI Los amonitas fueron tributarios de Uzías, y éste llegó a tener tanto poder que su fama se difundió hasta la frontera de Egipto. Uzías también construyó y fortificó torres en Jerusalén, sobre las puertas de la Esquina y del Valle, y en el ángulo del muro. Así mismo, construyó torres en el desierto y cavó un gran número de pozos, pues tenía mucho ganado en la llanura y en la meseta. Tenía también labradores y viñadores que trabajaban en las montañas y en los valles, pues era un amante de la agricultura.
Todo eso podemos tener los hijos de Dios pero si primero lo buscamos de todo corazón.
1ra. Crónicas 26:11 NVI Uzías contaba con un ejército que salía a la guerra por escuadrones, de acuerdo con el censo hecho por el cronista Jeyel y por el oficial Maseías, bajo la dirección de Jananías, funcionario del rey. El total de los jefes de familia era de dos mil seiscientos, todos ellos guerreros valientes. Bajo el mando de éstos había un ejército bien entrenado, compuesto por trescientos siete mil quinientos soldados, que combatían con mucho valor para apoyar al rey en su lucha contra los enemigos. A ese ejército Uzías lo dotó de escudos, lanzas, cascos, corazas, arcos y hondas. Construyó en Jerusalén unas máquinas diseñadas por hombres ingeniosos, y las colocó en las torres y en las esquinas de la ciudad para disparar flechas y piedras de gran tamaño. Con la poderosa ayuda de Dios, Uzías llegó a ser muy poderoso y su fama se extendió hasta muy lejos.
Muchos hijos del señor empiezan bien y por eso viene la bendición, el rey cometió el gran error de empezar a vanagloriarse cuando la Biblia es tan clara de que todo lo que tenemos es por su pura misericordia, Dios nos va a llevar a un nivel de prosperidad pero cuidado con vanagloriarnos, sí Dios te dio algo, disfruta de eso, sé bendición, compártelo porque un hijo de Dios siempre hace la perfecta voluntad de él para disfrutar de sus días sobre esta tierra.
Se puede perder mucho por un momento de vanagloria y por robarle al señor lo que a él le corresponde, o hacer lo que Dios no nos ha mandado a hacer, Usías no fue enterrado con los reyes fue enterrado con los leprosos en la lapida decía “él es leproso” eso quiere decir él es pecador, Dios quiere que lo busquemos porque es lo que le gusta porque él se quiere dar a conocer ya no le restemos prioridad al señor el tiempo que usted le dé hágalo de todo corazón, así como Dios prosperaba a los reyes en muchas cosas las añadiduras van a venir en todas las áreas pero lo principal es buscarlo de todo corazón, por un momento de arrogancia y por hacer lo que Dios no lo había mandado a hacer se quedó enfermo el resto de su vida fue enterrado en el lugar que no le correspondía.