Domingo 26/08/2012
Pastor Rubén Reyes
2da. Timoteo 1:1-7 LBLA Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, según la promesa de vida en Cristo Jesús, a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor. Doy gracias a Dios, a quien sirvo con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones, deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de alegría. Porque tengo presente la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Pablo ser refería a sus discípulos como un padre espiritual, era un apóstol que instruía a sus pastores, evangelistas y a todos los que él había levantado, pero le dice a Timoteo “necesito que mantengas vivo ese fuego del don de Dios” lo que le está diciendo es “mantén vivo todo lo que se refiere al Espíritu Santo y todo lo que se refiere a Dios en tu vida” si nosotros analizamos nuestra vida, muchas veces las cosas de Dios no nos interesan de manera prioritaria, pero para disfrutar de un avivamiento no debemos de vivir el evangelio por costumbre sino que debemos de disfrutar de lo que Dios ha dejado para nosotros, el deseo que ha habido en mi corazón es que Dios los use grandemente en el llamado que les ha hecho pero que ninguno de nosotros dejemos de avivar lo que Dios nos ha dado.