40 Dias de ayuno

 

 

La preparación para el ayuno incluye dos aspectos: preparación interna y la preparación externa.

 

a. Preparación interna para el ayuno: El ser guiados por el Espíritu Santo de Dios es la preparación adecuada para ayunar. Nuestro ayuno será hecho a través de la energía y la voluntad de la carne, a menos que sea el Espíritu de Dios quien lo esté guiando y motivando.

 

“Y JESUS, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto Por cuarenta días, y el diablo lo puso a prueba. No comió nada durante esos días, así que después sintió hambre.” Lucas 4:1-2

 

La gente que ayuna a través de su propio esfuerzo, siente un gran espíritu de orgullo por lo que han hecho, y algunas viven engañadas pensando que pueden comprar algo de Dios.

 

El ayuno no nos hace más valiosos, ni compromete a Dios con nosotros en ninguna forma. Si el ayuno es entendido y practicado en la forma correcta, va a obrar humildad en el corazón.

 

b. Preparación externa para el ayuno: El Señor Jesús en el sermón del monte, nos revela cuatro detalles acerca de la preparación externa para el ayuno.

 

“Cuando ustedes ayunen no pongan cara triste, como los hipócritas, que aparentan tristeza para que la gente vea que están ayunando. Les aseguro que con eso ya tienen su premio.  Tu cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, para que la gente no note que estás ayunando. Solamente lo notará tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que está en lo secreto te dará tu recompensa Mateo 6:16-18

 

Ungir la cabeza: Por razón natural, mucha gente piensa que es su estómago el que va a causarles el mayor problema durante un ayuno, pero esto no es verdad. El verdadero problema es la cabeza o la mente. Tan pronto como empezamos a sentir el descenso físico que viene con el ayuno, nuestro razonamiento carnal nos da cientos de razones por las cuales no debemos ayunar.

Sólo con el poder y la unción del Espíritu Santo sobre nuestra cabeza podemos tener una mente decidida para ayunar.

 

Lavarse: Esto es el aseo y limpieza del cuerpo, ya que durante el ayuno muchos desechos y toxinas salen de nuestro cuerpo a través de la piel, para ser eliminadas.

 

No aparentar que ayunamos: Debemos presentar una apariencia feliz, para que los demás no se den cuenta de nuestro ayuno.

 

Ayunar en secreto: Aunque algunas veces la iglesia ayuna de manera colectiva, el mundo exterior no debe enterarse, ya que la iglesia como un sólo cuerpo debe estar ayunando en secreto. Evidentemente este principio también se aplica a nuestro ayuno personal.