Vuelve a creer

 

  1.  Volver a creer en el poder del sacrificio de la cruz.

Cuando Mel Gibson produjo la película “La Pasión de Cristo”, nosotros vimos expuesto, de una manera muy clara, lo que al Señor le sucedió, lo que pasó y llegó a esa cruz golpeado, lastimado, humillado, con dos delincuentes a su lado. Ese sacrificio fue glorioso: Él murió, resucitó, venció la muerte, después caminó entre los discípulos y otras personas y luego se fue al cielo y vino el Consolador, el Espíritu Santo, pero hay algo que se nos ha olvidado y es algo que debemos mantener ferviente y presente en nuestras vidas: el sacrificio que Jesús hizo en la cruz por nosotros, nadie más lo pudo haber hecho. El sacrificio fue doloroso, terrible, humillante, con tal de que nosotros fuéramos perdonados, con tal de que nosotros tuviéramos la dicha que tenemos hoy. Si no estamos disfrutando de una vida plena, es porque no hemos confiado plenamente en Él ni hemos creído plenamente en ese sacrificio que hizo en la cruz. No fue algo fácil, ni un juego en el que se lo enviara a morir y ya, porque allí está resuelto todo. No. Fue algo increíble, una muestra de amor, algo precioso para que nosotros estemos disfrutando lo que estamos disfrutando hoy. El hecho de que el Señor muriera para que fuéramos perdonados

 

1ª Corintios 15:3-4: “En primer lugar, os he dado a conocer la enseñanza que yo también recibí. Os he enseñado que Cristo murió por nuestros pecados como dicen las escrituras

 

Apocalipsis 1:4-5: “Juan a las siete iglesias de la provincia de Asia. Recibid gracia y paz de parte del que es y era y ha de venir y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono y también de parte de Jesucristo, testigo fiel, que fue el primero en resucitar y tiene autoridad sobre los reyes de la tierra. Cristo nos amó y nos ha librado de nuestros pecados, derramando su sangre, los pecados ya fueron lavados y ya hemos sido libres de todo pecado”.

 

Si nosotros vivimos pecando, no estamos confiando en el sacrificio de la cruz. Si vivo una vida de pecado, ¿en qué lugar estoy poniendo el sacrificio que hizo el Señor por mí en la cruz? La película podemos verla y reproducirlo, pero si no valoramos el sacrificio, podemos seguir pecando el resto de nuestra vida y vamos a vivir en ciclos, no saldremos de donde estamos y estaremos sufriendo y no avanzando, que es lo que Dios quiere.

 

Cuando yo tengo claro el sacrificio del Señor en la cruz, cuando entiendo que Él pago por mí y que Él ya me libró de mis pecados, ¿por qué me voy a estar revolcando nuevamente en los pecados y las cosas que hacía antes, cuando puedo ser diferente? Cuando yo tengo claro en mi cabeza que el Señor murió por mí y que fue un acto de amor, algo glorioso, ¿por qué voy a seguir haciendo lo que estoy haciendo? Vuelvan a creer en el sacrificio de la cruz del Calvario. Hay mucho que hablar y qué decir, pero si no entendemos esto lo básico y esencial; si no entendemos que Él lo hizo para que nosotros fuéramos felices, entonces nos va a costar avanzar.

 

¿Cómo puedo pretender ser inconmovible, si no creo en el sacrificio de la cruz? ¿Cómo me voy a mantener constante, si no valoro lo que Dios hizo por mí? Tenemos que creerlo con todo nuestro corazón.

 

¿Cuántos han experimentado milagros en su empresa, en su matrimonio, en su negocio, en su trabajo, a lo que se dedican? Podemos ver aún más milagros en nuestra vida, si confiamos más en el Señor.