4. Ha aprendido cómo prevalecer en oración.
¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración… ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él… Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará… Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:13-17)
Jesús mencionó tres clases de oración (Mateo 7:7) en las que los líderes deben aprender a prevalecer:
a. PEDIR: Esta es la oración de fe. Con ella nos sostenemos de las promesas de Dios por fe.
b. BUSCAR: Esta es la oración de dedicación. Con ella buscamos conocer la voluntad de Dios.
c. LLAMAR: Esta es la oración de intercesión. Con ella oramos por la persona que no puede o no va a orar por sí misma.
5. Es un estudioso de la Palabra de Dios.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
(2 Timoteo 3:16-17)
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” (2 Timoteo 2:15)
Los estudiosos de la Palabra de Dios examinan las Escrituras para entender su significado…
a. En un tiempo: “¡Qué significa para la audiencia original?
b. En todo tiempo: ¿Cuál es el principio universal y eterno que podemos aprender?
c. En este tiempo: ¿Qué debemos hacer en respuesta a ello?
6. Tiene un mensaje vital que cambia vidas para un mundo perdido.
“Asidos de la Palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.” (Filipenses 2:16)
En Romanos 1:14-16, el apóstol Pablo expresa tres actitudes concernientes al Evangelio:
a. Estoy OBLIGADO (verso 14): Compartir el mensaje es una deuda que yo tengo con el mundo.
b. Estoy ANSIOSO (verso 15): Estoy en fuego para compartirlo al mundo.
c. No estoy AVERGONZADO (verso 16): Lo compartiré porque es el único mensaje que puede salvarnos.