7. Tiene fe que espera resultados.
“Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.” (Romanos 4:19-21)
Hebreos 11:13 describe hombres y mujeres de fe y lo que tenían en común.
a. Visión: Cada uno de ellos “vio con los ojos de la fe” las promesas desde lejos.
b. Confianza: Cada uno de ellos estaba seguro de las promesas de Dios.
c. Fuerte deseo: Cada uno de ellos abrazó e hizo suyas las promesas.
d. Resolución: Ellos confesaron que eran peregrinos en la tierra.
e. Sueños: Sus sueños dados por Dios, no sus recuerdos, los consumieron.
8. Escoge servir en actitud y en acción.
En Filipenses 25:11, Pablo escribe acerca de cómo nosotros debemos abrazar la misma “mente” que llevó a Jesús a liderar por medio del servicio en actitud y en acción.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” (Filipenses 2:5-8)
Aunque Él era Dios, no se aferró a Su posición, sino a Su propósito. Él no estaba alerta a Su posición, sino alerta a Su propósito. Él sabía que la mejor manera de cumplir Su propósito era sirviendo a la gente. Los líderes se levantan naturalmente cuando alguien se determina a servir.
Siempre empieza con una necesidad.
a. Esa necesidad provoca pasión en una persona.
b. Esa persona actúa en respuesta a la necesidad.
c. Esta acción mueve a otros a cooperar.
9. Aviva los dones en él mismo y en otros.
“Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dando mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1 Timoteo 4:13-16)
Los líderes se levantan de manera natural cuando encuentran su don y lo usan para servir. Por lo general sigue este orden:
a. Primero, un líder identifica un don natural primario.
b. Segundo, desarrolla ese don.
c. Tercero, inserta ese don en un lugar de servicio.
d. Cuarto, ese don le provee una plataforma de influencia.
e. Finalmente, el líder florece por su don.