Dios es un Dios vivo y genera cambios en nosotros, y los genera con amor y a perfección, para que avancemos en el Señor.
Salmo 145:17 (TLA): “Dios mío, tú siempre cumples tus promesas y todo lo haces con amor”.
Cuando la Palabra de Dios dice “todo lo haces con amor”, nos indica que Dios es un Dios amoroso y que cumple con sus promesas; nunca se olvidará de lo que nos ha prometido y dicho que hará.
Salmo 146:5 (TLA): “¡El Dios de Israel bendice a los que en Él confían! Dios hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en él. Dios siempre cumple sus promesas: hace justicias a los que son maltratados por los poderosos…”.
Quise mencionar ambos salmos, porque hablan de un Dios que siempre cumple lo que promete, y tenemos un Dios que ha prometido bendecirnos, levantarnos, estar con nosotros todos los días de nuestra vida; que nos ha amado, nos ha dado misericordia, paz y presencia, pero sobre todo, a través de Jesucristo nos dio salvación y vida eterna. Tenemos un Dios que nos bendice con un sol, con aire, nos permite abrir los ojos y ver la provisión permanente de Él en nuestras vidas; que ha dicho que somos una generación bendita y que lo que viene detrás de nosotros, será bendito SIEMPRE. Él permanece, está en el lugar y momento adecuado de nuestras vidas: Él no se ha olvidado.
Cuando leemos “Dios cumple sus promesas”, lo que necesitamos es mantener una cultura y visión de fe, en cuanto a lo que Dios ha preparado para nuestras vidas: planes de bien, para que anduviésemos en ellos y caminásemos conforme a su voluntad; hemos sido diseñados para poder disfrutar de esta vida, una vida en bendición, lo que sucede es que hay momentos en nuestras vidas, en que tenemos tristeza y desesperación y nos desviamos del camino de los planes perfectos de Dios. Es precisamente cuando Dios nos da la oportunidad y el momento para que retomemos y busquemos lo que ha diseñado y dirigido para nuestras vidas.
Nosotros estamos caminando y avanzando, pero ¿creen ustedes que hay cosas mejores para nosotros? ¿lo creen firmemente en su corazón, o hay momentos en los que las situaciones que vivimos, nos pueden hacer perder la visión que Él tiene para nosotros?
Quiero decirle algo claramente: Si hoy no estamos gozando de las bendiciones de Dios, estoy muy a tiempo para empezar a creer aún más en sus promesas y poder caminar en fe. Yo le digo al Señor todas las mañanas: “Tal vez me falta tal o cual cosa, pero si algo no me voy a dejar quitar, si algo voy a conservar, si en algo voy a creer, es en la fe que tengo en ti, Señor, porque tú cumples tus promesas”.
Les voy a compartir una historia que encontramos en Génesis 16:10-11, de una mujer que ha impactado mi corazón: Agar.