1ª Corintios 9:19-23 (RVR95): “Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar al mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (aunque yo no estoy sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.”
Pastor Rubén Reyes
Algo que quiero empezar a enseñar y que quede claro, como parte de la cultura de nuestra iglesia y es lo siguiente: después que recibimos al Señor, si usted recuerda ese día, se sentía más liviano, rico, que todo había sido perdonado, donde lo haya recibido… yo recuerdo que recibí al Señor en el sótano de la Iglesia Elim Central, Dios tuvo misericordia de mí en una reunión de jóvenes. Pues bien, recibimos al Señor y muchas cosas empiezan a cambiar. Antes de la porción que leímos, se describe la historia de Pablo, cuando tiene su encuentro con el Señor, la bendición de haber estado en Su presencia y fue transformado su corazón y su forma de pensar. Y es allí a donde lo quiero llevar.