De ministro a líder…

Hay una diferencia entre un ministro y un líder. Mientras todo líder es un ministro, no todo ministro es un líder. Vea cómo se diferencian:

Por qué los líderes (pastores) fallan en desarrollar personas:

1. Se dan cuenta que capacitar a otros es trabajo pesado.
2. Son inseguros o tienen una imagen pobre de sí mismos.
3. Sienten que son los únicos calificados para hacer el trabajo.
4. No confían en otros.
5. Tienen malos hábitos y una perspectiva no bíblica.
6. Tienen una baja credibilidad en las personas.
7. No saben cómo entrenar a otros.
8. Es más fácil liderar a seguidores que a líderes.

Desarrollar a otros tomará energía, tiempo, y cuidadosa planificación. Es una manera “pro activa” de liderar, en vez de la manera “reactiva” en la que muchos líderes, desgraciadamente dirigen sus organizaciones. También significará que como líder, necesitará permitir a otros tener autoridad en el trabajo que está desarrollando. Esto requiere creer y confiar en otros y la capacidad de renunciar al control. Sin embargo, si se compromete a capacitar a las personas, usted encontrará que la promesa de Jetro es verdadera en su vida y liderazgo.

Pregunta: ¿Encuentra difícil capacitar a otras personas y delegar tareas? ¿Por qué?

Pregunta: ¿Cuáles son algunas de las tareas en las que puede dejar de tener control y capacitar a alguien para liderarlas?