La primera es: Si como iglesia contristamos al Espíritu Santo la iglesia no va a avanzar.
Efesios 4:30 TLA – No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello de identidad que Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en que para siempre serán liberados del pecado.
Efesios 4:30 RVR60 – Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Nosotros contristamos al espíritu santo con nuestras malas actitudes, por ejemplo cuando no le creemos a Dios, cuando Él no es el primer lugar en nuestra vida, cuando le damos lugar a los malos pensamientos, cuando le damos lugar a la ira, cuando vivimos amargados y cuando pecamos deliberadamente, como puede una persona que vive en estas circunstancias hablar del amor de Dios quien lo escuche no va a cambiar porque no lo va a creer, como queremos que las personas cambien si nosotros mismos no tenemos presente el hecho de que no debemos contristar al Espíritu Santo, nuestro Yo es el peor enemigo que tenemos, sí nosotros como iglesia seguimos contristando al Espíritu Santo no vamos a avanzar porque no estamos honrando a Dios con nuestras actitudes.