1. Dios debe estar en primer lugar.
Colosenses 2:20-23 (TLA): “Ustedes están unidos a Cristo por medio de su muerte en la cruz, y ya no están sometidos a los espíritus que gobiernan este mundo…”
Note que la Palabra dice: “…ya no están sometidos a los espíritus que gobiernan este mundo…” ¿qué espíritus están gobernando este mundo, que usted logró ver en este año recién pasado? Delincuencia, maldad, soberbia, ira, odio, entre otros, y en fin de año, la pereza. No sé si ha notado que en la última quincena del año, no quiere salir de su casa ni le dan ganas de hacer nada, y los asuntos pendientes, los deja para la primera semana de enero, pero es una sensación que llega a tal punto que es preocupante. No es que descansar sea malo, es necesario incluso, pero debemos tener cuidado, porque puede volverse costumbre, recuerde que ya no estamos bajo dominio de los espíritus que gobiernan este mundo, sino debemos sobreponernos a cuanta cosa que no le agrada a Dios. Sigamos leyendo:
“…Entonces, ¿por qué se comportan como si todavía estuvieran bajo su dominio? ¿Por qué obedecen a quienes les dicen “no toquen esto”, “no coman eso”, “no prueben aquello”? Esas reglas no son más que enseñanzas humanas, que con el tiempo van perdiendo su valor. No se puede negar que son útiles, porque enseñan acerca de la conducta religiosa, la humildad y el dominio del cuerpo. Pero lo cierto es que no ayudan a combatir los malos deseos de nuestra naturaleza humana.”
No está diciendo que sea totalmente malo. A manera de recordatorio: cuando Pablo les estaba escribiendo a los de Colosa, era una de las primeras colonias cristianas no judías que se estaba levantando en ese tiempo, pero ya había problemas de idolatría e intelectualismo, y ya estaba queriendo poner intermediarios entre Dios y las personas. Pablo debía llamarles la atención de manera contundente a combatir eso, diciéndoles: “ustedes ya resucitaron juntamente con Cristo, ustedes ya no están bajo el dominio de ese espíritu, ustedes ya no pueden vivir igual, las cosas que les dicen son buenas, pero no cambien eso por lo principal, que es Jesucristo”. Los habitantes de Colosa estaban teniendo problemas, por estar cambiando al Señor; debemos darle el lugar que le corresponde: el primero. Muchas cosas que no alcanzamos en este año que recién termina, seguramente se debió a que pusimos a Dios en otro lugar que no le corresponde.