2. Buscaré primeramente las cosas del Reino, haré lo que a Dios le agrada y buscaré Su perfecta voluntad.
Colosenses 3:1-3 (TLA): “Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrade. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo. Pues ustedes ya han muerto para el mundo, y ahora, por medio de Cristo, Dios les ha dado la vida verdadera. Cuando Cristo venga, también ustedes estarán con Él y compartirán su gloriosa presencia.”
En otras palabras, Pablo les dice: “señores, pongan su mirada en lo de allá arriba y olvídense de lo del mundo”. Él no estaba diciendo que se volvieran herméticos, porque no podemos y además, no debemos hacerlo; Pablo les decía que pusieran como prioridad al Señor y especial atención a la instrucción de Dios para su vida, que conocieran su propósito, así como lo bueno y fiel que es Dios. Lo primero que debemos hacer como hijos de Dios, es poner nuestra mirada allá arriba. El mundo allí está, se seguirá moviendo, seguirán brotando los problemas, pero nuestra mirada tiene que estar puesta en las cosas del Reino, de manera prioritaria. Si ponemos nuestra confianza en nuestras habilidades, allí empiezan a aumentar nuestros problemas. No olvide que todo lo que usted sabe, su inteligencia, su capacidad y lo que puede hacer, es por misericordia de Dios y porque Él así lo permite. Entonces, ¿qué debo hacer? Debo buscar primeramente las cosas de arriba, haré lo que le agrada a Dios y buscaré Su perfecta voluntad.
En los evangelios, leemos que Jesús nos decía: busquen primeramente el reino de Dios, busquen primeramente la voluntad perfecta de Dios, para que luego vengan las añadiduras.
Probablemente muchas cosas no llegaron a nuestra vida este año, o no logramos alcanzar ciertas metas, porque estuvimos buscando cómo alcanzar las añadiduras, y no cómo encontrar y conocer más a Dios. Un tip: Busquemos a Dios y conozcámoslo mejor, y verán cómo vienen las añadiduras. Cuando tenemos claro que el primer lugar le corresponde al Señor, las añadiduras vendrán, si ya Él lo prometió. ¿Qué cosas no alcanzamos este año? Pero, ¿qué cosas nuevas recibimos de parte del Señor? Porque si nos interesan más cosas materiales como un carro nuevo, una casa nueva, en lugar de ser llenos de la presencia de Dios, allí es donde nos metemos en problemas. Por eso, en la agenda, debemos poner: primero Dios, primero debo agradar a Dios. Y si el Señor quiere verte detrás del volante de un Mercedes-Benz, un BMW, un Audi, u otro vehículo, si Dios lo quiere, allí estarás; si es el tiempo de estrenar una casa, lo harás, pero es primero Dios, pues es Él quien decide el tiempo y el momento. Hay cosas que tal vez no se lograron hacer este año, pero debemos preguntarnos ¿me interesó más el Reino, o aquellas que “tenía” que hacer?