5. Practiquemos las cosas buenas
Colosenses 3:11 (TLA): “Por eso, ya no importa si alguien es judío o no lo es, o si está circuncidado o no lo está. Tampoco tiene importancia si pertenece a un pueblo muy desarrollado o poco desarrollado, o si es esclavo o libre. Lo que importa es que Cristo lo es todo y está en todo.”
Con esta última frase, Pablo le da mayor énfasis al punto esencial del versículo y en lo que debemos recapacitar. Ya anteriormente le mencioné las cosas que debe matar y abandonar, pero ahora, note el versículo siguiente. Si mal no recuerdo, hay treinta y cuatro palabras que el apóstol Pablo usa en esta carta, que no se usan en ninguna otra porción de la Biblia y algunas de ellas están en los siguientes versículos. Leamos:
Colosenses 3:12-13 (TLA): “Dios los ama mucho a ustedes, y los ha elegido para que formen parte de su pueblo. Por eso, vivan como se espera de ustedes: amen a los demás, sean buenos, humildes, amables y pacientes. Sean tolerantes los unos con los otros, y si alguien tiene alguna queja contra otro, perdónense, así como el Señor los ha perdonado a ustedes.”
La porción que recién leímos, contiene cuatro o cinco cosas, que quiero que usted empiece a practicar aún más, a partir de hoy. Quiero hacerles una pregunta, pero contéstenla para sí mismos: ¿Cuántos lograron acercarse más a su familia que no tiene al Señor, durante este año? Piense en eso. Este año, creo que fue uno de los que más vi a mis abuelas, durante mucho tiempo; las visité para las fiestas de fin de año y tuve oportunidad de conocer a dos sobrinas, algunos de mis familiares me dijeron “milagro que te miramos”, o “qué bueno verte”; aunque me dio un poco de pena, les dejé mis datos de contacto, para no perder la comunicación. La Biblia nos dice “amen a los demás”, pero lamentablemente, a veces no nos interesa ni nuestra propia familia. Tenemos que amar a las personas, a nuestros familiares, aunque no se agradable o tenga vicios, no importa, porque el Señor nos manda “ve y ama a la gente, haz lo bueno con ella”. Tal vez pongamos excusas como “es que lo primero que va a hacer, es burlarse de mí”, pero no importa, porque usted puede expresarle su amor, estando en paz y gozo que sólo da el Señor. Seamos personas que aman y aprecian a su familia, porque son las cosas que a Dios le agradan. Ya no nos aislemos tanto. Yo he llegado a conocer a personas, que como ahora son cristianos, ya no se acercan a sus familiares que no lo son, cuando debería de ser todo lo contrario, según lo que la Palabra nos manda. Cambie su mentalidad y piense “un día veré a mi familiar a los pies del Señor, lo veré transformado”.
Colosenses 3:14-15 (TLA): “Y sobre todo, ámense unos a otros, porque el amor es el mejor lazo de unión. Ustedes fueron llamados a formar un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo. Dejen que la paz de Cristo gobierne sus corazones, y sean agradecidos.”
Después de que nos da la instrucción de cómo debemos conducirnos, nos dice “dejen que la paz gobierne sus corazones y sean agradecidos”. Hace un tiempo estuvimos hablando de la paz que Dios nos da, y también hablamos de ser agradecidos. Hoy lo repito, porque lamentablemente hay muchas personas mal agradecidas, porque teniendo trabajo, salud, están bien, alimento, familia, vida, vehículo, vivienda, pero no están conformes, no son agradecidos y no tienen paz. Si no hay paz y gratitud en su corazón, si algo nos llevará lejos, es practicar lo que leímos, pero también ser agradecidos y jamás dejar de confiar en Dios, aún cuando nos digan lo contrario, puertas se abren y bendiciones son derramadas sobre los hijos del Señor, porque la mentalidad del hijo debe ser diferente a la de las demás personas.
Anoche, envié un correo y en el mensaje, compartí el pasaje de Isaías 43:18-19 (TLA), que ahora quiero compartir con todos ustedes: “Y ahora, Dios le dice a su pueblo: No recuerden ni piensen más en las cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca.” Digan lo que digan, para los hijos de Dios se abren nuevos caminos, las promesas de Dios vienen, las añadiduras vienen y están más cerca que nunca, pero ponga atención a lo que hablábamos antes, vivamos como a Dios le agrada.
No se olviden que Jesucristo es todo, y Él es primero.