3. Derramen su corazón delante de mí
Salmo 27:14 LBLA “Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR”
Paciencia, esfuerzo y aliento, Dios lo puede hacer, el Espíritu Santo nos va a estar empujando a hacer las cosas mejor.
Salmo 37:34 LBLA “Espera en el SEÑOR y guarda su camino, y El te exaltará para que poseas la tierra; cuando los impíos sean exterminados, tú lo verás.
Le estoy hablando de que Dios va a fortalecer su corazón en este tiempo, ponga atención en las promesas.
Salmo 40:1-4 LBLA “Al SEÑOR esperé pacientemente, y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios; muchos verán esto, y temerán, y confiarán en el SEÑOR. Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el SEÑOR su confianza, y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad.
Salmo 62:5-8 LBLA “Alma mía, espera en silencio solamente en Dios,pues de El viene mi esperanza. Sólo El es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido. En Dios descansan mi salvación y mi gloria;la roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios. Confiad en El en todo tiempo, oh pueblo; derramad vuestro corazón delante de El; Dios es nuestro refugio. (Selah)
Dios quiere que derramemos nuestro corazón delante de Él jamás un corazón de piedra se va a derramar, es el tiempo de que la iglesia viva con un corazón derramado delante de la presencia de Dios, Él conoce nuestro corazón es capaz de limpiarlo, circuncidarlo, de volverlo de piedra a carne, de fortalecerlo y de alentarlo; muchas veces venimos a la casa de Dios con el último aliento ya casi llegando al suelo y Él nos trae para que derramemos nuestro corazón, sí estamos en problemas Él nos saca y nos pone en un lugar firme, si estamos pasando una situación difícil Él nos levanta, por ejemplo Pedro fue uno de los primeros llamados por Jesús y de los primeros en ver lo sobrenatural de Él, pero después vemos que ataca a un soldado y vemos que niega a Jesús porque andaba con Él pero su corazón era de piedra, pero Jesús antes de irse sopló el Espíritu sobre ellos y a partir de ese momento su corazón entendió que tenía que derramarse delante de la presencia de Dios, para poder ver a ese pedro del que nos cuenta el libro de Hechos él ya no se acordaba de la negación, tampoco se acordaba de su incredulidad lo único que importaba era que el Espíritu Santo gobernaba su vida, y su corazón se volvió sensible a lo que Dios quería, me llama la atención y lo que me gusta es que cuando aquel hombre que estaba en la puerta del templo de la hermosa le pidió dinero Pedro se le quedó viendo y le dijo: “de lo que tengo te doy” le dijo esto porque su corazón era otro, por eso no debemos contristar y apagar el Espíritu porque si no ¿qué vamos a dar?
Salmo 130:5 LBLA “Espero en el SEÑOR; en El espera mi alma, y en su palabra tengo mi esperanza.”
¡Vamos a creerle a Dios! El objetivo es dejar que cambie su corazón.